Ante el escenario actual de migración en la Región Metropolitana y en todo el país, la escuela pareciera permanecer inmóvil ante las exigencias de nuestra nueva sociedad a nivel de currículum prescrito y de estrategias convergentes para lograr las condiciones que permitan un desarrollo íntegro de todos los sujetos independiente de su raza, religión, género o preferencia sexual, condición socioeconómica, posiciones políticas, etc.
La labor investigativa propia de la profesión docente, por otra parte, exige una lectura permanente de esta realidad social que se refleja en la escuela, lectura que a su vez permite tomar decisiones pertinentes en pos de promover las acciones necesarias para la inclusión.
En el presente estudio revisamos el diagnóstico y las estrategias pedagógicas adoptadas desde la perspectiva de la investigación-acción, metodología que en su profundidad cualitativa releva la posición del docente en su realidad contingente como posible generadora de un conocimiento situado, en pertinencia con el contexto generador.
En esta práxis en particular, analizamos la realidad escolar a través del caso de un 8vo año básico al cual llega un estudiante de origen Chino-Búlgaro. Ante la falta de estrategias desde la organicidad estructural de la escuela y el sistema educativo en general, el profesor adopta estratégicamente las propiedades de las TIC para emparejar las condiciones de acceso y creación del conocimiento por parte de los educandos. Esto, en el entendido que las tecnologías de la información y la comunicación actúan impregnadas en las acciones curriculares movilizadas en la cotidianidad del conocimiento apoyando procesos pedagógicos superiores.
Finalmente, la lectura del entorno y la acción adoptada si bien no lograron transformar las problemáticas profundas que subyacen a la ausencia de políticas curriculares para la migración, sí permitieron constituir al interior de la escuela un ambiente apto para la participación, comunicación, creación y expresión, motores clave para un real aprendizaje.